NOTA ACLARATORIA
El autor de estos versos piensa que, ante su lectura, un lector inteligente y avispado pudiera pensar de él una de estas tres cosas: Primera, que es un místico. Segunda, que quiere hacerse pasar por ten místico. Tercera, que es un iluso que se cree un místico sin serlo. Ante ello, el autor de estos versos se siente en la necesidad de aclarar lo siguiente: Que él no es más que un hombre que hace muchos años aprendió a trovar. Que él entiende por trovar hacer danzar las palabras. Y que él comprende que las palabras danzan bien cuando en ellas se hace referencia al amor y, aun mejor, si este amor se concreta en las relaciones amorosas entre el alma humana y la Divinidad.
M. M. del C.
Se imprimieron estos poemas en los talleres de la tipografía Rimada, de Cádiz, el día 28 de agosto de 1968, festividad de San Agustín.